Chispas en la hoguera

sábado, 12 de julio de 2014

Capítulo 19: Entrando en aguas oscuras

Había llegado la noche anterior al día de la prueba.
Los Guardianes de la Casa Gris cenaban en uno de los comedores pequeños del castillo. Dáranir en la cabecera, Chelsea a su derecha y Julian a su izquierda. María comía con mala cara un plato de verduras revueltas sentada al lado de Chelsea, y Scarlett, junto al Elementar, le iba quitando estas del plato sin que los demás se diesen cuenta.
...y tenéis que recordar que la prueba no es mortal en el sentido de que otros aspirantes a Guardián no os pueden matar, pero aún así puede...
Chelsea—dijo Dáranir alzando las cejas con una sonrisa—No los pongamos más nerviosos. Ya saben todo lo que tienen que saber. Ahora sería mejor que se olvidasen de la prueba hasta mañana.
Chelsea frunció el entrecejo algo frustrada, pero no continuó.
Scarlett y María suspiraron con alivio. Llevaban aguantando discursos de la segunda al mando todo el día, parecía más nerviosa que ellas. María iba a pasarle sigilosamente más verduras al plato de la pelirroja, pero el estruendo que hizo Julian al cerrar un monumental libro que se caía a trozos la sobresaltó. Era el único que no había probado bocado, estaba inmerso en lo que sin duda era una lectura difícil.
Pasó un minuto mirando la portada del libro en silencio, lo volvió a abrir y cinco minutos después lo cerró de nuevo enfadado.
¿Has encontrado algo?—dijo Scarlett manifestando lo que todos querían preguntar.
Sí.
Todos se miraron entre sí. Esperaban una negativa que explicara su enfado.
¿Y...?—lo incitó María.
Esta biblioteca no nos servirá de nada. Ni esta ni ninguna en los Cuatro Reinos.
No me sorprende.—dijo Dáranir. Todos se giraron a mirarlo—En un principio pensé que encontraríamos algo aquí. Pero cuando ya llevábamos varias semanas buscando, abandoné esa esperanza. Si seguimos en Regardezt es por vuestras pruebas, tendríamos que venir sí o sí.
Julian apartó el libro a un lado y comenzó a comer.
Bueno, pues en cuanto acabemos tenemos que irnos de aquí. La única advertencia útil me sugería buscar en libros escritos por entes. Todo lo que recolectaron los humanos es información falsa o inexacta y la cantidad es ridícula.—dijo entre bocado y bocado.
Tiene sentido, los entes fueron los que se enfrentaron a los demonios en la Guerra entre Mundos—dijo Dáranir—Los humanos apenas tenían autoridad en aquella época.
¿Crees que el rey Tulio nos dará rienda suelta para continuar buscando?—preguntó Chelsea a Dáranir.
El capitán se rascó la barba pensativo.
No estoy muy seguro, pero creo que se ablandará si nuestros pequeños aspirantes ganan las pruebas.—al ver como se tensaban, rió—¡Sin presiones!
Vamos a ganar.—dijo María convencida.
De eso no hay duda.—cooperó Julian con una mirada confiada.
Scarlett asintió algo cabizbaja.
También quería hacerte una petición, Dáranir.—dijo Julian.
Adelante.
El Elementar cogió aire y habló, sin mirar a Scarlett ni a María.
No quiero que el híbrido nos acompañe si conseguimos permiso para investigar a los demonios con los entes.
¿Qué? ¡Y eso por...!
Espera, María.—Dáranir se cruzó de brazos y se recostó en el respaldo de la silla—Entiendo tu posición y tus dudas, pero yo he puesto mi confianza en ese muchacho y me gustaría que tú lo hicieras también.
Julian encaró a su capitán.
Confías en él porque no sabes qué es.
¿Qué te hace pensar eso?
Julian y Scarlett lo miraron sorprendidos.
¿Lo...sabes?—dijo Julian sin poder llegar a creérselo.
Sé todo lo necesario sobre las personas que viven bajo mi protección, sí.
Scarlett empezaba a ponerse nerviosa. Cada vez ese era un tema que salía más a menudo y aunque Julian ya lo sabía, la forma enigmática en la que estaba hablando Dáranir no le gustaba nada. María y Chelsea se revolvían inquietas en sus asientos, perdidas en la conversación, pero sin interrumpir.
Julian se levantó súbitamente.
¿Desde cuándo lo sabes? ¿Y por qué no has hecho nada?
Le temblaban las manos, cerradas en puños. Parecía estar conteniéndose con todas sus fuerzas.
Dáranir seguía tranquilo, pero también se levantó, dispuesto a irse.
Voy a dar por finalizada esta conversación por el momento.—Julian iba a interrumpir, pero el capitán le hizo un gesto para que se sentase. Estaba calmado, aunque serio.—Nunca has dudado de mis decisiones, Julian. No empieces ahora.
Dicho esto, se marchó del comedor. Nada más cerrarse las puertas, María comenzó a atosigar con preguntas a Julian. Este la ignoró y fue el siguiente en irse, dirigiendo una mirada sin un significado muy claro hacia Scarlett.
Será mejor que os vayáis a dormir.—les dijo Chelsea, llamando a una sirvienta para que recogiera sus platos.
¡Pero Chelsea! ¿No te molesta? ¿De qué estaban hablando?
¿No has escuchado a tu capitán, María?—la reprendió—Se ha acabado la conversación.
¡Pero...!
Chelsea les lanzó una mirada homicida. Scarlett se levantó y cogió a María de la mano. Sabía que estaba enfadada porque Dáranir no la había hecho partícipe del secreto.
Vamos, María.—le pidió—Estoy cansada.
María refunfuñó un rato, pero le hizo caso y la siguió hasta la habitación. En cuanto entraron, se cambiaron de ropa y se pusieron el camisón. Scarlett, que soportaba mal el frío, se puso una bata ligera por encima y cerró las ventanas. María, ya en cama, bostezó y le preguntó a la pelirroja:
¿Tú sabes de qué hablaban?
Scarlett, que no quería mentir a María, pero tampoco traicionar el secreto de Kira, optó por contar una verdad que se podía interpretar de diferentes maneras.
No sé a qué se refería Dáranir...me ha sorprendido tanto como a los demás.
Sí...pero yo creo que Kira oculta algo.
Scarlett se giró sorprendida al escuchar esto y se sentó a los pies de la cama de su amiga.
¿Por qué dices eso?
A veces actúa raro...y dice cosas como si él supiera mucho más que nosotros. Y me creyó cuando le hablé de las cosas que veo. Y...—se calló, decidiendo guardarse lo del puerto de Dunkan para ella.—Ganó a Chelsea en combate.
Scarlett rió.
¿Ganar a Chelsea significa que oculta algo?
Nadie gana a Chelsea.
No te preocupes por eso.—Scarlett sonrió levemente al recordar una de sus conversaciones anteriores con el medio demonio.—Estoy segura de que si oculta algo, tarde o temprano nos lo contará. ¡Durmamos! ¡Mañana es el gran día!
María iba a contestar justo cuando Scarlett le dio un apretón de ánimo en la mano y su mente se puso en blanco. Fue muy repentino, vio un rostro ya conocido de otras ocasiones como aquella. Tan rápido como vino, la visión se fue.
¿Ha pasado algo?—dijo Scarlett.—¿Otra...?
María asintió.
Scarlett se acercó a ella con inquietud.
¿Estás bien?
Era el hombre rubio. Lo he visto antes.
¿Hacía algo malo?
No, no.—aseguró María. Ya empezaba a acostumbrarse a esa sensación.—Me parece que es bueno. Duerme tranquila, no ha sido una visión preocupante.
Quizá deberíamos contárselo a Dáranir y al resto...
María, contenta de tener una visión que no se basara en sangre y gritos, se arropó con las mantas.
Si Dáranir puede tener sus secretos, yo puedo tener los míos.
Como desees.—aceptó Scarlett.
Aún así y a sabiendas de que debería ir a dormir temprano para estar descansada al día siguiente, Scarlett no podía conciliar el sueño. Dio vueltas en la cama incómoda y preocupada, hasta que escuchó unos suaves toques en la puerta. Siempre dejaban un par de fanales encendidos, así que se puso la bata por los hombros, cogió uno y abrió la puerta. Delante de ella estaba Julian, en ropa del día a día. No se había ido a dormir aún.
Se quedaron unos segundos incómodos mirándose el uno al otro. Scarlett esperando a que él dijese algo y él sin decir nada. Al final, fue ella quien rompió la tensión.
¿Quieres...quieres pasar?—le invitó tímidamente.
Julian asomó la cabeza y entró con pasos inseguros. Se le notaba nervioso por estar allí. Nada más entrar, señaló la cama de María y Scarlett susurró:
Está dormida. Mejor vayamos a la terraza.
Abrieron las puertas del balcón y las cerraron tras de sí con cuidado de no hacer ruido. Scarlett corrió las cortinas para que la luz de Líada y Níada no despertara a María y se asomó a mirar los jardines. Julian se situó a su lado, ambos mirando al cielo.
Scarlett sonrió nostálgica.
Hace mucho tiempo que no me paro a mirar las lunas...antes lo hacía todas las noches.
Antes...—murmuró Julian—¿En la granja?
La muchacha asintió.
¿Quieres hablar sobre lo de la cena?
No.—se apresuró a decir Julian.
Bien. Yo tampoco.
Pasaron un rato en reposado silencio hasta que Julian volvió a tomar la palabra.
Mañana...por favor, tened cuidado.
Scarlett lo miró de reojo. Tenía el semblante cubierto de muecas de preocupación. No pudo evitar sonreír ante su angustia.
Cuidaré de María. Aunque lo más seguro es que sea ella la que acabe cuidando de mí.—dijo con una pequeña carcajada.
Julian frunció el ceño.
No pareces asustada como en la primera prueba.
Oh, lo estoy. Y nerviosa. Pero...después de salir a la arena, veo las cosas desde una nueva perspectiva.—echó un vistazo hacia atrás, aún sabiendo que las cortinas le tapaban la visión de la joven durmiendo—María lleva un gran peso sobre sus hombros, tiene que ganar como sea, por su familia. Llevo meses y meses conviviendo con Guardianes, intentando entender qué significa y qué conlleva ser uno de ellos y no obstante, hasta que no salí ahí fuera a luchar por ser una más, no me sentí parte de nada.
Julian puso su mano sobre la de ella y le dio un ligero apretón.
Eres parte de algo. Una de nosotros.
Scarlett se sacó el medallón de plata y se lo puso en las manos al Elementar. Julian lo acarició con las yemas de los dedos, rozando las iniciales “S.C.”
Y una vez fui parte de otra familia, una de sangre.—lo miró con ojos amables—Les debo todo, y si soy la última Chevalier con vida, quiero hacer honor a aquellos que murieron. Eran...éramos una familia fundadora, así que yo debería ser el último Guardián.
Ese es un pensamiento muy honorable. No conocí nunca a ningún Chevalier, pero no todas las familias fundadoras son iguales. Quizá ellos no te hubieran obligado a ser miembro de la Guardia.—Julian le hizo una seña para que se girase. Le apartó el pelo hacia un lado y colocó el medallón de nuevo sobre la piel bronceada de Scarlett.—Me gustaría que fueses lo que quieras ser.
Quiero cambiar las cosas, estoy segura de que la situación actual del Submundo podría mejorar mucho.
Entonces deberías entrar en la política, ¿no crees?
No.—dijo Scarlett con tono firme—Quiero hacer algo para cambiar las cosas desde abajo, no desde arriba.
Julian arqueó una ceja.
Has pasado de ideas honorables a ideas peligrosas.
Scarlett notó que Julian se tensaba con ese tema y fue a abrir las cortinas.
Ahora sí que deberíamos irnos a la cama. Es tarde.
Espera.
Fue hacia ella desde atrás y posó sus labios en su mejilla. Le dio un beso corto y rápido, pero fue suficiente para que la parte donde la había besado empezase a arder. Scarlett posó su mano en la mejilla, sorprendida pero contenta.
¿Y...y eso?
Julian abrió las puertas algo torpe y contestó sin mirarla a la cara.
Para desearte suerte.—dijo con voz temblorosa.
Scarlett se sentía algo avergonzada, pero ver a Julian siendo aún más tímido que ella le hizo gracia y dejó escapar una corta risotada. El Elementar la miró cabreado y salió a prisas de la habitación.

A la mañana siguiente, Scarlett se despertó sobresaltada a una hora terriblemente temprana por culpa del ruido. Levantó la cabeza de entre las sábanas y vio a María en el suelo, con la ropa de noche revuelta y los ojos desorbitados. Llegó a la conclusión de que se había caído de la cama por un sueño e intentó seguir durmiendo. Para su desgracia, en pocos segundos la muchacha rubia ya estaba a los pies de su lecho, sacudiéndola para que se levantase. Scarlett gruñó en bajo, miró en dirección a la ventana para comprobar que apenas entraba luz y gruñó más fuerte.
¿Qué pasa?
¿No lo has notado?
¿Te refieres a que todavía no ha salido el sol? Lo he notado.
María continuó zarandeándola.
¿De verdad no lo has notado?
¿El qué?
¡Los temblores!
¿Cómo?
¡Por eso me caí de la cama!
¿Qué temblores?
A Scarlett le costaba procesar la información a esas horas de la mañana (o más bien noche) y María parecía cada vez más frustrada. Rindiéndose con su amiga, salió al pasillo para comprobar si alguien estaba reaccionando como ella. Estaba desierto.
Scarlett, a quien se le empezaba a pasar el sueño, se acercó a ella estirándose.
María, debió ser un sueño. Vuelve a la cama, aún nos quedan unas horas para la prueba.
Algo en las palabras de Scarlett hizo que María se calmase, o al menos, entendiese algo de lo que no se había dado cuenta hasta el momento.
Un sueño, un sueño, un sueño...
Negándose a volver a dormir, se puso a caminar de un extremo a otro de la habitación y entre paseo y paseo Scarlett volvió a quedarse dormida.
No por mucho tiempo.
Un par de horas más tarde, María volvió a despertarla, esta vez completamente vestida con su uniforme a medida confeccionado en concreto para las pruebas y una coleta alta que le apartaba hasta el último mechón de pelo de la cara. Era un uniforme bonito, poco parecido al práctico uniforme negro de la Guardia. Este nuevo era de un cálido color granate, de dos piezas, superior e inferior y botines marrones de cuero. Tenía la apariencia de ser muy ligero y cómodo, aunque sin duda también actuaría como armadura. Llevaba bordada una corona de oro atravesada por dos flechas, formando estas una cruz dentro de la propia corona: el emblema de Ozirian.
Scarlett quedó obnubilada ante la figura tan distinguida y respetable que le parecía María en esos momentos. María lo notó y sonrió con petulancia.
Cortesía de uno de mis Salvatores.
Scarlett se preguntó si habrían dejado algo para ella también. Rápidamente apartó esa idea de su mente, pues tampoco había demostrado lo suficiente en la primera prueba y las flechas de fuego ya eran más de lo que se habría esperado.
Decidió ponerse la misma ropa que le habían prestado para la primera prueba: botas altas de cuero curtido, pantalones blancos ligeros y un corpiño ceñido que no dejaba huecos al aire libre donde exponer la piel.
Bajaron juntas a desayunar y ya en el comedor se reunieron con el resto del grupo. Solo faltaba Dáranir y, por supuesto, Kira, quien tenía prohibida la entrada a palacio por haber ofendido al príncipe nada más llegar al castillo. Scarlett aún se seguía preguntando qué diantres le habría hecho, pero Kira no soltaba palabra.
Julian tenía el mismo uniforme que María y cuando ambos se encontraron se miraron de arriba a abajo entre ellos, luego a sí mismos. Pusieron exactamente la misma cara de asco y se cruzaron de brazos. Scarlett sonrió divertida por la escena y le puso a cada uno una mano en el hombro.
¿Seguro que somos María y yo las que vamos en equipo?—preguntó con sorna.
Seguro.—volvieron a hablar a la vez.
Scarlett rió más alto. Aquella pareja jamás dejaba de sorprenderla.
Comieron bajo un ambiente de nerviosismo, pero de buen humor. Estaban bastante tranquilos, incluida la misma Scarlett. Chelsea le echaba miraditas de vez en cuando para comprobar que no entrase en pánico como la última vez, pero no pasó nada.
Salieron a la entrada del castillo, donde algunos participantes también se estaban marchando. Dáranir estaba subido a lomos de su caballo y Kira sujetaba a Phuria y a otros dos. Julian cogió al suyo por las riendas y lo apartó del híbrido.
¿Preparadas?—preguntó Kira ayudando a subir a María.
Será un juego de niños.—respondió esta. Puso al trote a su montura y cuando alcanzó la de Julian, se giró y gritó a Kira—¡Espero que estés animándonos a mí y a Scarlett cuando ganemos!
Kira hizo un gesto para ayudar a Scarlett, pero esta quiso subir sola. Una vez arriba, intercambiaron miradas.
¿Y tú?
Scarlett rió, quizá de una forma más histérica de la que pretendía.
Pásame las flechas, por favor.
Kira le tendió el carcaj con las Sagittae Ignis.
Si pierdes...—Scarlett arqueó una ceja y Kira sonrió benevolente—Y no digo que vaya a ser el caso...recuerda que siempre podríamos irnos y continuar nuestra búsqueda y captura de Norian a nuestra manera. Sin tanto protocolo.
Qué alentador.—dijo Scarlett sonriendo.
Solo era para que lo supieses.—se encogió de hombros—Tú y yo a la caza de mi hermano. ¿No te resulta tentador?
Scarlett lo miró fijamente durante unos instantes. Desde que se había unido a la Casa Gris ni siquiera se le había pasado por la cabeza que le negaran ser Guardiana. Y si no era Guardiana, sin familia a la que volver, ni tierras ni posesiones...¿qué haría? De repente sintió la urgente necesidad de saber con certeza si estaba hablando en serio o no.
¿Te puedo...tomar la palabra?—dijo con dudas.
Kira alzó la mirada ante el tono suplicante y formal de la muchacha. Sintió algo extraño removerse por su estómago, un pinchazo casi doloroso, pero que dejó un sabor dulce. No quería entusiasmarse demasiado pronto, mas estaba casi seguro. Los ojos de Scarlett eran demasiado sinceros y si se confiaba podría haber llegado a afirmar que lo necesitaba. Y hacía mucho tiempo que nadie lo necesitaba.
Se arrodilló en el suelo sobre una rodilla y puso el puño cerrado sobre su pecho, justo encima del corazón.
Jamás te faltará cobijo y aliado mientras esté con vida.
Scarlett nunca había visto a Kira hablando tan seriamente. Parecía demasiado cumplidor para ser real. Algunos curiosos comenzaban a mirarlos y Scarlett le pidió que se levantara.
Tampoco a ti.
Tenía una sensación rara. Notaba que las palabras de Kira eran sinceras, pero algo no encajaba del todo. Conocía a Kira. Sabía que eran amigos, que confiaba (o eso esperaba Scarlett) en ella y que le tenía aprecio en algún sentido, pero también sabía que el híbrido no era alguien que fuese a dedicar su vida a proteger y ayudar a nadie. Y sin embargo...Scarlett recordó como la salvó de los lobos cuando se conocieron, y luego, casualmente, de los cadáveres andantes...incluso había ido con el resto al Inframundo por rescatarla. La manera en la que había hecho apenas hacía unos segundos la promesa de ser su aliado mientras estuviera con vida...lo había dicho como si fuera su deber.
Se despidió de él y apuró a Phuria.
Por el camino hablaron poco, la tensión empezaba a incrementarse. Fue un trayecto más o menos silencioso en el que recorrieron un camino serpenteante rodeados de la suave brisa del viento primaveral. Eran una pequeña comitiva, algo dispersa, pero aún así se cruzaron con Strone Walter. Este los adelantó sin prestarles atención.
Tras una hora de apacible viaje, vieron en la lejanía cómo el camino se terminaba al llegar a un gigantesco lago de aguas oscuras. Alrededor del lago, la plebe, el grupo más amplio, se arrejuntaba gritando y riendo, mientras que tras ellos los nobles se sentaban en unos escenarios de madera que los elevaban un poco del suelo, lo suficiente para estar por encima de las cabezas de la gente de a pie. No eran unas gradas imponentes como las vistas en el Coliseo, pero tenían asientos y una buena visibilidad. La más grande estaba ocupada por los jueces, delante, y la realeza, detrás.
Según se iban acercando, Scarlett distinguió a la reina Vitorea, espléndida y distinguida, sentada y con su hija al lado. El príncipe Rickard y el capitán de la guardia real de Regardezt, Sheen Lubert, también estaban sentados, observando a los aspirantes llegar. El único en pie era el sacerdote Azam, un anciano delgado, de cabello ya teñido por la nieve y facciones afables. Al contrario que el resto de los presentes en su tribuna, vestía humildemente, tan solo una sencilla túnica verde de lana atada con una cuerda y sandalias. Era poco común ver así a un miembro que ocupara un alto cargo en el sacerdocio y posiblemente por eso fuera elegido como juez. Se notaba a leguas que no era alguien que se dejase guiar por el dinero y la avaricia.
Scarlett, Julian y María bajaron de los caballos y Kira, en su papel de mozo de cuadra, se los llevó, guiñándoles un ojo a las chicas antes de desaparecer con los animales. Nada más poner pie en tierra, se fijaron en el terreno. Ya los habían avisado de ante mano así que el lago no les sorprendió en absoluto. Y siempre era mejor un lago que el océano, porque los entes de agua dulce eran, en su mayoría, más pacíficos que los de agua salada.
En la orilla del lago había seis botes, cada uno equipado con sus dos remos. Al lado de cada uno había los mismos objetos: una cuerda gruesa, un arco y flechas, una espada corta, un bardiche y una bolsita transparente con unos polvos en su interior.
El grupo de aspirantes se reunió delante de la tarima de los jueces esperando instrucciones. Scarlett buscó con la mirada a sus conocidos. Vio a Dáranir y a Chelsea en una de las tarimas junto a otros Guardianes. Iba a buscar a Kira cuando se topó la mirada feroz de una hermosísima mujer rubia entre la nobleza. Larissa la saludó con una sonrisa. Scarlett, que no se sentía capaz de girarle la cara, hizo un gesto de reconocimiento con la mano. Y cuando ya creía que sería imposible encontrar a Kira entre la plebe, lo vio subido a un cedro. Sentado en unas de sus ramas, Scarlett no podía distinguir su expresión, pero habría jurado que estaba sonriendo ante la sorpresa de ella por su inesperado asiento privado. Scarlett recordó que había cumplido su promesa de estar en la segunda prueba y le dirigió una mirada de gratitud que seguramente no podía ver desde allá.
La multitud enmudeció cuando Azam levantó la mano en señal de tomar la palabra.
Sed bienvenidos una vez más a las Pruebas Guardianas. Comenzasteis siendo cuarenta fuertes aspirantes, pero las diferencias entre vosotros fueron notables cuando solo veinticuatro pasaron hasta llegar a hoy. Me gustaría deciros que todos los presentes pasaréis a la tercera y última prueba, sin embargo, la experiencia me dice que no será así. Antes de nada, y puesto que no soy partidario de la violencia, os repito lo que sin duda ya os han comunicado: esta no es la prueba mortal. Lamentablemente, esto no indica que no se pueda perder la vida. Aunque esta prueba tiene un encanto especial: no solo está terminantemente prohibida la muerte de un aspirante a manos de otro, sino que no podréis atacaros ni entorpeceros entre vosotros. Quien no haga caso a esta norma será expulsado sin más dilación, de la prueba y de la posibilidad de unirse a la Guardia.—el anciano sacerdote tomó aliento.—Dicho esto, tomará mi relevo el príncipe Rickard para explicaros vuestra tarea con detalle.
Azam se sentó y Rickard se puso en pie.
En vuestra segunda prueba no habrá tiempo límite. Tenéis todo el que preciséis. El terreno de la prueba es el lago, no podéis salir hasta que hayáis completado la misión. Si lo hacéis, seréis descalificados. Podéis usar esos botes,—dijo, señalando a la orilla donde estaban situados—uno por cada equipo en turnos de uno. Vosotros elegís quién va antes y quién va después. Cuando los primeros acaben su prueba, será el turno del miembro restante del equipo. Hay unos objetos determinados al lado de los botes. Pues bien, podéis escoger cada uno dos de ellos o llevar un arma u otro objeto personal, tan solo en el caso de que os lo hayan proporcionado vuestros Salvatores.
Scarlett apretó con fuerza el carcaj de las flechas de fuego. Lo tenía claro.
Vuestro objetivo es obtener un trofeo: una cabeza.—los participantes se miraron confusos entre sí—Lo entenderéis en cuanto empiece la prueba. Conseguid la cabeza, entonces, y solo entonces, salid del lago. Sobre el orden del equipo, os puedo asegurar que tanto la primera como la segunda posición tienen sus ventajas e inconvenientes. Si el bote que usó el primero resulta dañado o destruido, será reemplazado con otro, de eso no debéis preocuparos. Os daremos diez minutos para que cada equipo vaya a un bote y decidáis los objetos que queréis y el orden de participación. Buena suerte a todos y que la diosa Unda esté con vosotros en el lago.
En cuanto acabó de hablar la muchedumbre se volvió ensordecedora. Julian se acercó a las chicas para desearles suerte.
No me gusta que los Salvatores me hayan dado tanta ventaja.—comentó algo molesto.—Es injusto.
Pagan con oro a la Corte y pueden ayudar a sus favoritos. Claro que no es justo.—dijo María encogiéndose de hombros—Pero, ¿qué importa? Ibas a ganar de todas formas.
Lo sé.
¡Sé humilde!—protestó María, aunque ella era igual.
Es una pérdida de tiempo negarlo. Voy a ganar y tú también, si no haces muchas tonterías.
Y Scarlett también.—dijo María dándole un codazo cariñoso.—Por cierto, si no te importa, prefiero ir yo de primera.
Julian asintió.
Sí, será mejor.
¿Estás segura? Si voy yo primero podrás ver cuál es la prueba y te será más sencillo luego.—dijo Scarlett.
Por eso mismo. Seamos prácticas: tengo menos años, pero más experiencia, más fuerza y más habilidad. ¡Eh! No pongas esas cara—dijo riendo—Estoy siendo objetiva. Llevo con una espada en la mano y un arco en la otra desde que salí del vientre de mi madre. Tú hace dos días ordeñabas vacas y limpiabas cuadras. En unos años la Elementar del Fuego me dará mil vueltas, seguro, pero ahora es mejor que vaya yo primero.
Scarlett accedió sin poder discutir la explicación lógica de María y se dispusieron a elegir los objetos. Julian también se marchó, aunque siguió mirando con preocupación a Scarlett desde su posición. Scarlett, sin darse cuenta de esto, eligió la espada corta. María la miró sin entender por qué cogía la espada y no el arco teniendo ya las flechas, pero Scarlett sonrió misteriosa y dijo que ya se lo explicaría más tarde. María cogió la cuerda y el bardiche.
Pasados los diez minutos, los primeros participantes de cada equipo entraron en los botes y ayudados por los otros miembros, fueron llevando el bote hasta que rozó las aguas del lago. Scarlett y María se sonrieron la una a la otra y la chiquilla comenzó a remar junto a los demás, adentrándose en el oscuro fluir del lago. 



Nota de la autora ~> ¡Capítulo dedicado a Lorena! (LMDreamer) ¡Muchas felicidades, gracias por todo el apoyo y el cariño que siempre aportas! ♥ || Líada y Níada son los nombres de las dos lunas del Submundo. Si estáis leyendo la renovación de El último Guardián, veréis dentro de unos capítulos que se habla de ellas. || Bardiche es un arma medieval, una especie de mezcla entre una lanza y un hacha. 


Esto es un bardiche o berdiche

8 comentarios:

  1. Perfecto,como siempre (:
    Julian es adorable,a su modo,claro…jaja y Kira también pero su modo de serlo es totalmente opuesto.
    Eso de la cabeza…creo que ya se por donde va y no se yo como se lo tomara Scarlett o inluso María,pero esta no tendrá tantos problemas,seguro.
    ¡Espero el próximo con ansia! Besos.

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    1. Seguro que ya has adivinado de qué va lo de la cabeza, estoy segura ^///^ Pero ssshhh.
      La verdad es que apenas tienen nada en común esos dos, me alegro de que te gusten los personajes de distintas maneras n3n
      Ahora voy a por la renovación del 5 de EUG, pero ya empecé con el 20 de CDF. ¡Un beso Mim!

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  2. ¡¡¡Hoooliii!!! :D (estoy desde la tableta ¬¬ mi ordenador se ha roto u.u Por cierto, el regalo está listísimo (: en unos dos o tres dias estará listo mi ordenador y te daré el regalo ^^ Cuando por una vez no estupideo en la computadora se me rompe XDDDD)
    ANJSFDNISEWJUNSDJFNSEDGNOIRSNGNWEOIAGNIOERNGOSDNGAKSDGLNMRENOGINEWISLDNGKRWNEGOIERWNAOGIGDRNIKSDIKRIRE<333333333333 <3 <3 ♥♥♥♥♥ Ya vale xD ¡BESO EN LA MEJILLA! OH MEIN GOTT MUEROOOOO < 3
    Scarlett, ¿qué planeas con esas flechas? ¬¬ Es decir, no agarra el arco y sí una mini espada baby ê-e No tengo teorías pa' esto T^T Cuándo se me ocurra alguna te la diré jajajajajajaj ^-^
    ¡ESE PREMIO ESTÁ GENIAL! UNA CABEZA, OMG D: Gaby, déjame entrar a la historia y participar de la segunda prueba ewe Quiero la cabeza de Walter hijo ê-e
    Ya veo que para ganar la prueba tienes que encontrar la cabeza de uno de tus oponentes JAJAJAJAJJAJAJAJAJ (imaginemos por un segundo que es válido decapitar en esta prueba xD)
    ¿María tiene visiones todo el tiempo o ha empezado con eso justo cuando empezaron las pruebas? Porque quizá las visiones aparezcan en las renovaciones de EUG... no sé jajajajajjaja

    He muerto con Kira, el 'alentador' XDDDD

    ¡Genial el capítulo, un besazo!

    PD: pista de lo que es tu regalo: comienza con F y termina en O y tiene una frasesita n.n

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    1. Voy a intentar adivinar el regalo y diré: foto *//////* ? Me tienes muerta de la curiosidad, quiero verlo~
      María empezó a tener las visiones en CDF, eso no cambia con la renovación ^////^ Ya se explicará todo más adelante y se entenderá. Es un poco confuso ahora muchas cosas, tipo quién narices es Gales, qué pinta en la historia, quién es la mujer entre las sombras, qué planea Kira, las visiones de María, etc etc etc. Muchos cabos sueltos pero el 90% estarán atados al finalizar CDF.
      Me alegro que os hayan gustado las flechas, pronto se verán en acción >:D
      ¡Un beso enorrrme Pau! (Sigo teniendo caps tuyos pendientes, lo sé)

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  3. Buenos días (aunque el comentario es tardío dado el día de publicación del capitulo u.u Gamba girl ha tenido un verano complicado :3)!!
    aY *-* no me imaginaba que iba a echar tanto de menos a esta gente, en especial a Kira (ya tu sabes que por mucho que me guste Julian, Kira es el niño bonito de mis ojos~(˘▾˘~) )
    Estoy intrigada por el desarrollo de las pruebas, por saber todo lo que pasara porque lo haces tan bien que cortas el capitulo en el punto justo para dejar con intriga hasta el siguiente episodio (y si, esto parece un culebrón; pero de los que tienen calidad de la buena jajaja).
    Espero leerte pronto y que sepas disculpar mi tardanza en leer los dos ultimos capitulos *-*
    Tuya en el fanatismo,
    Gamba girl O(≧▽≦)O

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    1. ¡Gaaaaaaaaaaaamba! ¡Hola de nuevo! Yo te eché de menos a ti TwT
      Siempre hago igual, corto el capítulo en plan dramático JAJAJAJAJAJA Un día lo cambiaré y pondré un final totalmente normal y se os quedará cara larga. Echaréis de menos mi dramatismo ;_;
      Nunca te disculpes por eso, andamos todos muy ocupados, pero me alegro que sigas dándome un trocito de tu tiempo para leer esta humilde historia :''3
      ¡Un besito!

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  4. ACABO DE LEER EL CAP: anonadada me quedo. Estoy en la uni y voy de cabeza o de culo como mejor lo recibas jaja pero no puedo comentar largo (llanto desconsolado). Voy a por el siguiente. He estado desaparecida porque me faltan horas jajaja pero yo siempre vuelvo: BAH! jajajajaja

    PD: TE MISSEABA YA.
    PD: Voy a por el 20.
    PD: QUIERO MÁS TIEMPO. (LLANTO DESCONSOLADO)

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  5. Leyre, te echaba de menos :) Mucho ánimo en la Universidad, ni me imagino la cantidad de trabajo que debes tener, pero no te preocupes, yo creo que si te esfuerzas y con la chica inteligente y creativa que tú eres, te irá genial. Qué miedo, yo empiezo el año que viene D:<
    Yo también ando desaparecida por las clases, así que somos dos n_nU
    ¡Un besazo! Gracias por seguir aquí a pesar de todo <3

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